La planificación familiar es un tema social y político que relaciona a las parejas jóvenes y parejas establecidas con hijos, quienes tienen la decisión y libertad de planificar previamente al momento de tener relaciones íntimas. Si la planificación familiar se practica con responsabilidad los ámbitos sociales, económicos y salud de las personas no serán tan afectadas, en la medida que se evita tener una familia numerosa que no se pueda sostener, disminuye la mortalidad infantil, mortalidad materna, los embarazos en adolescentes, enfermedades de transmisión sexual y deserción escolar (Barandica, 2016).
Este proyecto se realizará con el fin de promover y fortalecer la planificación familiar en los diferentes estratos socioeconómicos, sensibilizando imaginarios socioculturales como la creencia de que es un tema solo femenino la planificación familiar, es primordial en este proyecto dejar referencia con la intención de que un significativo grupo masculino, vean desde otra perspectiva, identifiquen y tomen la decisión sobre su planificación familiar y que el uso de métodos anticonceptivos es una decisión tanto para hombres y mujeres, con el fin de que el hombre influya en la decisión de planificar puesto que existe poca apropiación de la práctica de planificación familiar y uso de los métodos anticonceptivos.
La planificación familiar es un derecho de las mujeres, hombres y parejas. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (EDS) 2015 realizada por el Ministerio de Salud y Protección Social y Profamilia (2015) el país ha venido experimentándose a finales de la primera mitad del siglo XX el nivel de fecundidad ha disminuido y el patrón de fecundidad ha rejuvenecido, en los años 1960-65 y 1980-85 la fecundidad baja de 6.8 a 3,7 hijos e hijas por mujer, lo que indica que se reduce el 50 por ciento en 20 años, se evidencia en esta encuesta que:
Figura 1
Tasas globales de fecundidad 1990-2015
Nota: Recuperado de Datos tomados de la EDNS 2015 cambios demográficos Ministerio de Salud y Protección Social y Profamilia, (2015, p. 267).
Tomado de :https://www.google.com.co/search?hl=es-419&biw=1498&bih=705&tbm=isch&sa=1&ei=_IXiWu-MCMTH5gKxtqSwCw&q=fecundidad&oq=fecundidad&gs_l=psy-ab.3...6548009.6550280.0.6553184.0.0.0.0.0.0.0.0..0.0....0...1c.1.64.psy-ab..0.0.0....0.xr25IQ3PZHc#imgrc=YhVzBgWtOyUumM:
Con relación a la reducción de la fecundidad como se ve en la Figura 1 es quizás el cambio más importante en el contexto de la transición demográfica que ha vivido el país, no solo por sus consecuencias sobre el crecimiento, sino también y, principalmente, por su incidencia en la transformación de la estructura por edad de la población. El descenso fue un poco más notorio en las zonas urbanas que en las rurales.
Así mismo los resultados del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) y Ministerio de Salud y Protección Social en Colombia las tasas de fecundidad muestran una gran disminución entre 1985 y 2010 y se proyecta que para 2020 sigan disminuyendo. Se estima que para el 2015-2020 en promedio cada mujer en edad reproductiva tenga 2,0 hijos (Ministerio de Salud y Protección Social & Profamilia, 2015).
En cuanto a los diferentes estratos socioeconómicos según los resultados de la ENDS 2015, mencionan la gran marca a nivel de fecundidad en el país, la fecundidad en las zonas rurales, en las regiones menos desarrolladas, en los quintiles de bajos ingresos en cuanto a riquezas y con menor nivel de educación en el año 2015 y arrojan una puntuación de hijos e hijas de 3,9 algo similar en la década de 1980; la fecundidad en las mujeres con alta educación que viven en zona urbana y en quintil más alto en riqueza presentan bajos niveles de fecundidad, arrojando datos de ella de 1.3 hijos e hijas (Ministerio de Salud y Protección Social & Profamilia, 2015).
Tomado de :https://www.google.com.co/search?hl=es-419&biw=1498&bih=651&tbm=isch&sa=1&ei=l5_iWu3sLpG85gKcgqeQCQ&q=educacion&oq=educacion&gs_l=psy-ab.3...896202.899640.0.900257.0.0.0.0.0.0.0.0..0.0....0...1c.1.64.psy-ab..0.0.0....0.BRKihQNMFkk#imgrc=rqT8h8F0LMS-kM:
En cuanto a la educación juega un papel crucial como determinante de los comportamientos reproductivos y como el principal vehículo para que las personas y sus hogares puedan superar los círculos de pobreza y exclusión, junto con la anticoncepción, la educación es el principal determinante del cambio en el comportamiento reproductivo experimentado en el país en las últimas décadas, con claras implicaciones sobre el riesgo de embarazo, el uso de anticoncepción, la fecundidad, la mortalidad y la salud infantil (Barandica, 2016).
De esa manera la ENDS 2015 muestra por nivel educativo y quintil de riqueza:
Una mujer de 15 a 49 años sin educación tiene 2,4 veces más el nivel de fecundidad que una mujer que si ha tenido acceso a la educación ya que su nivel puntúa 2.2 en cuanto a su fecundidad; es importante mencionar que las mujeres que viven en zonas rurales tienen 1.4 el nivel de fecundidad de una mujer que vive en zona urbana y una mujer que vive en la región Atlántica tiene 1.6 el nivel de fecundidad de una que vive en la región Central, según las investigaciones realizadas en cuanto a las subregiones, se encuentra que Medellín es una de las ciudades con menor fecundidad en el 2015 su nivel de fecundidad de 1.1 de hijos e hijas por mujer; por otro lado la subregión de la Guajira, Cesar, Magdalena tienen una fecundidad de 3,1 hijos e hijas por mujer, lo que indica que es tres veces más que en Medellín y es similar este nivel al año 1995 (Ministerio de Salud y Protección Social & Profamilia, 2015, p. 268).
Es decir que la fecundidad varía de acuerdo al nivel socioeconómico que se tenga, debido a que influye el acceso a la educación como antes se había mencionado y esto como característica del nivel de educación que se encuentre o se llega a obtener, por lo tanto a mayor nivel de educación obtenido menor fecundidad, y de acuerdo con los resultados con el desarrollo socioeconómico regional a mayor desarrollo menor fecundidad.
Desarrollo Económico los resultados arrojados en la encuesta Multipropósito para la localidad de Usme, muestra que la pobreza pasó de 8,5 en el 2011 a 6,7 el 2014.
La percepción de pobreza bajo 6,3 puntos porcentuales, 32 de cada 100 personas en este territorio se considera pobre. La localidad de Usme es el tercer territorio local de Bogotá con mayor tasa de informalidad laboral; en referencia y sustento a lo anterior se evidencia que diferentes familias no cuentan con los ingresos suficientes para subsistir lo cual indica que su calidad de vida es bastante crítica. Al realizar el análisis pertinente, es importante resaltar que a las familias numerosas se les dificulta suplir sus necesidades básicas y que en muchas ocasiones los hijos son los más afectados porque no cuentan con la alimentación adecuada y necesaria, algunos niños no tiene acceso a educación, son descuidados por sus padres. Se busca sensibilizar a los padres y madres de familia, brindándoles otra visión o perspectiva en cuanto a la planificación familiar y fecundidad, para generar conciencia en cuanto al bienestar de sus hijos y en el futuro que quieren brindarles (Dimas et al., 2015)
Tomado de https://www.google.com.co/search?hl=es-419&biw=1498&bih=651&tbm=isch&sa=1&ei=iqfiWrvNApDt5gLB4o5o&q=usme+yomasa+comunidad&oq=usme+yomasa+comunidad&gs_l=psy-ab.3...53179.56827.0.57121.0.0.0.0.0.0.0.0..0.0....0...1c.1.64.psy-ab..0.0.0....0.eTWWlSRNGVg#imgrc=aYcDv1-yKOYcbM:
La importancia de este proyecto es que va dirigido a los hombres en cuanto a que los estudios sobre salud sexual desde la perspectiva masculina fueron pocos o han sido pocos; las políticas y servicios de salud, centran su atención en las necesidades de la mujer, situación que limita la participación y la identificación de las necesidades de los hombres frente a esta problemática. La inclusión de la diversidad cultural y de género, especialmente de la perspectiva masculina, constituye un reto para el diseño integral de Programas y Servicios de Salud Sexual y Reproductiva en Colombia (Ochoa & Vásquez, 2012).
Como menciona UNFPA (2014) el acceso a una planificación familiar segura y voluntaria es un derecho humano. Con respecto a la planificación familiar es fundamental para la igualdad de género.
Figura 2.
Necesidades insatisfechas en materia de planificación familiar
Nota: Para el 2030 disminuir en la insatisfacción en materia de planificación familiar con el propósito de mejorar las vidas de las parejas, mujeres, hombres y jóvenes los derechos humanos y la igualdad de género. Recuperado de https://www.unfpa.org/strategic-plan
Por lo tanto el objetivo es lograr el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, hacer efectivos los derechos reproductivos y reducir la mortalidad materna a fin de acelerar los avances en la agenda del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD), con el propósito de mejorar las vidas de las parejas, mujeres, hombres y jóvenes lo que harán posible las dinámicas demográficas, los derechos humanos y la igualdad de género. (Ver figura 2).
Como se mencionó anteriormente la planificación familiar es fundamental para un desarrollo sostenible, en las parejas en donde la planificación ya va ser una decisión de los dos en bienestar de los dos. Las mujeres, hombres adolescentes y jóvenes tienen derecho a tomar sus propias decisiones informadas e informados sobre la anticoncepción.
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